El tiempo no es
una esperanza
Es una amenaza

Jhonny Castrillón

viernes, 30 de octubre de 2009

PORQUE TAMBIEN TENEMOS NUESTROS MUERTOS POR RECORDAR

Manifiesto contra la vejez

Por Julián David Mira López q.p.d

Protesto contra la vejez y los achaques propios de la edad.
Reniego de las sillas de ruedas, del andar trabajoso y el olor a cementerio.
Me indigna el hecho de ver cómo el tiempo arruga la piel cual si fuera una
hoja de papel que hay que desechar porque en ella se ha escrito demasiado.
Me rebelo en contra de los bastones y los cuerpos encorvados que soló
tienen aliento para mirar el asfalto y buscar como locos la banca de un
parque cualquiera para sentarse a ver pasar en cámara lenta una película
que esta a punto de terminarse.
Me opongo a pasar los días atado a la cama de un hospital ante la imposi-
bilidad de respirar o debido a las putas molestias de la próstata.
Refuto tener que leer a través de un par de lentes bifocales las cartas de
amor que alegraron nuestros años maravillosos.
Pero sobre todo me niego a ver tu abundante cabellera cubierta de canas y
En tus ojos negros el reflejo implacable del tiempo.
Y no concibo que algún día no pueda tenerte a mi lado porque un pedazo
De tierra húmeda ha raptado tu hermosura.


DEl libro RAIZDECINCO. COMFENALCO. cOLOMBIA, 2000.

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